Spanish version below… (Translation: Sé que es domingo y las neuronas nunca están al 100%, así que si eres de la tierra permíteme ahorrarte el esfuerzo de traducir).
Welcome, welcome, welcome! What a better way to start this newsletter than with the topic that terrifies the US Senate, and that is worth enough to appear in Trump’s tweets: Facebook’s Libra. Everyone, from the crypto ecosystem to central banks and the financial sector are talking and sharing opinions about Libra, and I couldn’t be any less.
For those of you who are a little clueless about what I am talking about, Libra is Facebook’s attempt to promote a global coin over an underlaying blockchain network. From a technical point of view Libra doesn’t propose any big innovation in the blockchain ecosystem (at least for now), it just aggregates in a smart way all the basic technical schemes that have shown to work in other blockchain platforms. If you want to learn a bit more about Libra, I wrote a few weeks ago a thorough technical analysis about Libra’s reference implementation internals. Feedback appreciated.
However, from a business dimension, oh boy! here Libra wants to challenge the financial sector as we currently know it lowering its entrance barriers. Forget about central banks issuing and managing currencies and regulated banks and financial institutions getting access to these assets, because this may soon change.
Libra is not only a blockchain but a business disruption
The Libra Coin will be fully backed by a diversified basket of bank deposits and treasuries from high-quality central banks to ensure a low-inflation and low-volatility of the currency. The governance of the network, and therefore the Libra coin and its backed assets, will be managed by the Libra Association, initially formed by a diverse set of founding members such as Mastercard, Paypal, Visa, Facebook, Ebay, Spotify, etc. Thus, Libra’s aim is to become a corporate-backed global financial network supporting a global currency managed by a brand new corporate-formed non-profit central bank (The Libra Association). It may seem silly, but this is huge, and an indication of it is the fact that there are no banks as founder members of the Libra Association.
Actually I am really excited about Libra. It is true that it would have to fight regulation and financial incumbents, but considering current economic trends is not such a bad idea. We are living times where monetary policies are being extremely lax and managed by politicians more than economists or intellectuals (you don’t know what I am talking about here? Do a background check of the recently elected president of the ECB). The same way we abandoned the gold standard in the 30s, it may be time for us to abandon central bank-issued currencies as form os money.
Libra could open opportunities for new financial instruments and models for investors (and citizens) to earn some returns at a time when bonds are being issued with interest rates below zero, we have negative interest rates in Europe, and we don’t have risk-free investments to prevent the inflation. But not only investors could benefit from Libra, but also startups and corporations. With a global and open financial network where new digital assets can be easily issued, and which will (hopefully) be regulated, a great gamut of new business models and added value services could be created. It is time for financial users to have alternatives to banks.
Obviously, all these doesn’t come without drawbacks. First of all, Libra will have to be clearly regulated for it to thrive, and this won’t be an easy task. Secondly, with a financial system based on Libra (and other digital assets and global networks, because others would definitely join), we are entering a new, and unknown, economic paradigm, where new systemic risks leading to potential crisis may appear. We would have to be really careful with every step we make through this transition.
And that said, I think it is worth trying, it is about time we aim for a really open financial system not controlled and owned by banks and governments, but by people and their needs. An ambitious and idealistic goal? Definitely. But I already advanced this would be a highly technical and opinionated newsletter.
Some interesting links to keep you up to date.
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Una Libra global y una Newsletter local
¡Sean ustedes bienvenidos! Qué mejor forma de comenzar esta newsletter que con un tema que aterra al Senado de los Estados Unidos, y que tiene el suficiente interés como para merecerse aparecer en los tweets de Trump. Efectivamente, estoy hablando de Libra. Todo el mundo, desde el mundo crypto hasta los bancos centrales y el sector financiero están discutiendo y opinando sobre Libra, y yo no podía ser menos.
Para aquellos de vosotros que estéis un poco despistados sobre qué es esto de Libra, Libra es un proyecto promovido por Facebook para crear una moneda global sobre una red de blockchain. Desde un punto de vista técnico Libra no aporta nada innovador, simplemente aglutina todos los mecanismos técnicos que han demostrado funcionar en otras plataformas de blockchain en una misma propuesta tecnológica de cara a satisfacer las necesidades de su objetivo de negocio. Si estás interesado en aprender más sobre la parte técnica de Libra, hace unas semanas escribí un análisis detallado sobre los distintos módulos que conforman la implementación de referencia de la red Libra.
Libra no es solo una blockchain si no una disrupción de negocio
La divisa Libra estará completamente respaldada por una cesta diversificada de depósitos bancarios, letras del tesoro de bancos centrales de alta calidad crediticia, e instrumentos financieros seguros para asegurar una baja inflación y volatilidad de la divisa. La gobernanza de la red, y por tanto de la divisa, estará gestionada por la Libra Association, compuesta inicialmente por los socios fundadores que incluye empresas del calibre de Mastercard, Paypal, Visa, Facebook, Ebay, Spotify, etc. El objetivo de Libra es el de convertirse en una divisa digital sobre una red financiera global, respaldada por empresas y gestionada por un nuevo banco central sin ánimo de lucro formado por grandes corporaciones. Puede parecer estúpido, pero esto puede ser “algo brutal”. Es más, es indicativo que entre los socios fundadores no haya ningún banco… vaya, vaya.
A mí personalmente, el proyecto Libra me ilusiona muchísimo. Es cierto que va a tener que luchar contra reguladores y potencias dentro del sector financiero, pero considerando la tendencia económica actual, Libra no es para nada una mala idea. Vivimos unos tiempos en los que las políticas monetarias son cada vez más laxas, y están gestionadas por políticos en vez de economistas e intelectuales (¿no entiendes de lo que te hablo? Investiga brevemente los antecedentes de la nueva presidenta del BCE). De igual manera que en los años 30 abandonamos el patrón oro, puede ser el momento de abandonar las divisas emitidas por los bancos centrales como forma de dinero.
Libra podría abrir la puerta a la creación de nuevos instrumentos y modelos financieros para otorgar cierta rentabilidad a inversores (y ciudadanos) en un momento en el que los bonos de estados tienen una rentabilidad negativa, tenemos tipos de interés por debajo de cero, y no existe ninguna forma de inversión de bajo riesgo que nos permita ganarle a la inflación. Pero no solo inversores, si no corporaciones y startups podrían beneficiarse de Libra. Con un sistema financiero abierto y global, donde cualquiera pudiera emitir sus propios activos digitales, y que (presumiblemente) estaría regulado, se abren una gran cantidad de nuevos servicios y modelos de negocio posibles. Ya es hora de que, como usuarios, tengamos alternativas a los bancos tradicionales.
Obviamente todo esto no viene sin desventajas. En primer lugar, Libra deberá estar perfectamente regulada para que pueda ser una realidad, y esto no será tarea fácil. En segundo lugar, un sistema financiero basado en Libra (y otros activos digitales y redes globales, porque otros vendrán detrás) estamos entrando en un nuevo y desconocido paradigma económico, dónde nuevos riesgos sistémicos que nos lleven a nuevas crisis podrían aparecer. Tenemos que ser muy cautos sobre cómo realizamos esta transición del sistema tradicional al nuevo propuesto por Libra.
Y dicho esto, creo que vale la pena al menos intentarlo, ya es hora de que aspiremos a un sistema financiero abierto que no esté controlado exclusivamente por bancos y gobiernos, si no por personas y sus correspondientes necesidades. ¿Demasiado ambicioso e idealista? Sin duda. Pero ya lo avisé en la presentación del newsletter, pretendo que esto sea muy técnico y de opinión.